Somos lo que comemos


De pequeña escuchaba esta frase y pensaba que si comía una manzana me convertiría en una, tal cual, una manzana con piecitos, es lo que me imaginaba. Hoy en día comprendo que aunque suene gracioso es realmente cierto. Nuestro cuerpo para poner en funcionamiento todos sus órganos y así podamos llevar a cabo nuestras actividades del día a día, necesita energía. Esa energía la obtenemos a través de los alimentos. Los alimentos en nuestro organismo se degradan, formando moléculas que intervienen en todas las rutas bioquímicas y metabólicas, de tal forma que permiten nuestra vida. He ahí la importancia de la alimentación.

Personalmente puedo sentir como mi cuerpo y mente funcionan de manera diferente dependiendo del tipo de alimentos que ingiera. Si como frutas de merienda, por ejemplo, me siento contenta, ligera y preparada para continuar mi día. Si meriendo bollería, bebidas azucaradas, etc... me siento pesada, cansada y sin energía.... y tú ¿notas la diferencia?

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